Psicología

Entre los trastornos que se ven con más frecuencia en la consulta de un psicólogo son los trastornos de ansiedad (fobias, estrés, agorafobia, ataques de pánico, entre otros), depresión, trastorno mixto ansioso-depresivo, trastorno por dolor, trastorno de somatización, trastornos de la conducta alimentaria y el trastorno límite de la personalidad y en los últimos años comienzan a verse más trastornos disociativos debidos a una traumatización crónica vivida generalmente en la infancia.
Trastornos de Ansiedad:

  • Crisis de angustia o ataque de pánico: se caracteriza porque la persona comienza a notar de forma repentina una sensación de miedo y malestar muy alto, sin que en ese momento esté expuesto a un peligro real. Esto va acompañado de una sensación de muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar. Durante estas crisis aparecen síntomas como sensación de ahogo, palpitaciones, presión en el pecho, sudoración, temblor, sensación de mareo y miedo a volverse loco, a perder el control o a que le de un infarto.
  • Agorafobia: los síntomas ansiosos (palpitación, temblor, sudoración…) pueden aparecer en dos casos, una cuando te encuentras en un lugar en el que escapar puede resultar difícil. Una escena habitual es en el cine, la persona con problemas de agorafobia puede ser que ya no vaya, pero si lo hace se sentará en la esquina de una fila cerca de una salida, nunca en el medio de la fila. Y otra, si percibes que puedes tener una crisis de angustia y no dispones de ayuda.
  • Fobia específica: temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o bien por la anticipación de un objeto o situación específicos (volar, precipicios, animales, administración de jeringuillas, visión de sangre). Normalmente se acompaña por una inmediata respuesta de ansiedad y la evitación del objeto o situación temidos.
  • Fobia social: temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que la persona se ve expuesta a personas que no pertenecen al entorno familiar, o a la posible evaluación por parte de los demás. La persona teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso. Normalmente se acompaña por una inmediata respuesta de ansiedad y la evitación del objeto o situación temidos.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo: los síntomas de este trastorno pueden ser tan leves como dudar de haber desenchufado la plancha antes de salir de casa, o tan serios como experimentar la urgencia de lavarse las manos a todas horas.
    Las obsesiones se definen como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento como intrusos o inapropiados y causan ansiedad o malestar. La persona intenta ignorarlos o suprimirlos y reconoce que son producto de su mente.
    Las compulsiones son los comportamientos (lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (rezar, contar o repetir palabras en silencio), de carácter repetitivo, que la persona se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión. El objetivo de la compulsión es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativo (si lo hago nadie se pondrá enfermo o no me contagiaré…)
    En algún momento la persona reconoce que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o son irracionales y además provocan malestar significativo y representan una pérdida de tiempo e interfieren en su rutina diaria.
  • Trastorno por estrés postraumático: la característica esencial es la aparición de síntomas característicos que sigue a la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático y donde el individuo se ve envuelto en hechos que representa un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás, respondiendo con un temor, desesperanza o un horror intensos. Además el acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de recuerdos del acontecimiento, sueños de carácter recurrente que producen malestar, la persona actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo , malestar psicológico y/o sensaciones físicas intensas al exponerse a estímulos internos o externos que tengan relación con el acontecimiento. A nivel conductual debe existir una evitación persistente de estímulos asociados al trauma y una disminución general de la capacidad de respuesta, que se ve en que la persona suele hacer esfuerzos deliberados para evitar caer en pensamientos, sentimientos o mantener conversaciones sobre el suceso y eludir actividades, situaciones o personas que puedan hacer aflorar recuerdos sobre él.
    La persona con este trastorno padece constantemente síntomas de ansiedad o aumento de la activación, como dificultades para conciliar o mantener el sueño, irritabilidad o ataques de ira, dificultades para concentrarse, excesiva vigilancia y respuestas exageradas de sobresalto.
  • Trastorno por estrés agudo: la característica esencial es la aparición de ansiedad, síntomas disociativos y de otro tipo.
  • Trastorno de ansiedad generalizada: la característica esencial es la ansiedad y la preocupación excesiva que se acompaña de al menos tres de los siguientes síntomas: inquietud, fatiga precoz, dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y trastornos del sueño. Muchas de las personas que padecen este trastorno no reconocen que sus preocupaciones sean excesivas, sin embargo manifiestan una evidente dificultad para controlarlas y les provocan malestar subjetivo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de actividad. Son personas que conducen su vida a través de un «y si…».

Trastornos del estado de ánimo:

      Incluyen los trastornos que tienen como característica principal una alteración del estado del humor.
  • Trastorno depresivo mayor.

Trastornos somatomorfos.

      La característica común de estos trastornos es la presencia de síntomas físicos que sugieren una enfermedad médica y que no pueden explicarse completamente por la presencia de una enfermedad, por los efectos directos de una sustancia o por otro trastorno mental. Los síntomas deben producir malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del sujeto. Los síntomas físicos no son intencionados.
      Dentro de estos trastornos se habla de:
  • Trastorno de somatización: historia de múltiples síntomas físicos, que empiezan antes de los 30 años, persiste durante varios años y se caracteriza por una combinación de síntomas gastrointestinales, sexuales, seudoneurológicos y dolor.
  • Trastorno de conversión: consiste en síntomas o disfunciones no explicadas de las funciones motoras voluntarias o sensoriales, que sugieren un trastorno neurológico o médico. Se considera que los factores psicológicos está asociados a los síntomas o a las disfunciones.
  • Trastorno por dolor: consiste en la presencia de dolor como objeto predominante de atención clínica. Además se considera que los factores psicológicos desempeñana un papel importante en su inicio, gravedad, exacerbación o persistencia.
  • Hipocondría: es la preocupación y el miedo de tener, o la idea de padecer, una enfermedad grave a partir de la mala interpretación de los síntomas o funciones corporales.
  • Trastorno dismórfico corporal: es la preocupación por algún defecto imaginario o exagerado en el aspecto físico.

Trastornos disociativos:

      La característica esencial consiste en una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno. Esta alteración puede ser repentina o gradual, transitoria o crónica.
  • Amnensia disociativa: incapacidad para recordar información personal importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario.
  • Fuga disociativa: viajes repentinos e inesperados lejos del hogar o del puesto de trabajo, acompañados de incapacidad para recordar el propio pasado, de confusión acerca de la propia identidad y asunción de otra identidad nueva.
  • Trastorno de identidad disociativo: presencia de uno o más estados de identidad o personalidad que controlan el comportamiento del individuo de modo recurrente, junto a una incapacidad para recordar información personal importante, que es demasiada amplia para ser explicada por el olvido ordinario.
  • Trastorno de despersonalización: sensación persistente y recurrente de distanciamiento de los procesos mentales y del propio cuerpo, junto a la conservación del sentido de la realidad.

Trastorno de la conducta alimentaria:

      Una característica común a estos trastornos es la alteración de la percepción de la forma y el peso corporales.
  • Anorexia nerviosa: rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales.
  • Bulimia nerviosa: episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vómito provocado, el abuso de fármacos laxantes y diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio excesivo.

Trastornos adaptativos:

      Es una respuesta psicológica a uno o varios estresantes identificables que comportan la aparición de síntomas emocionales o de comportamiento clínicamente significativos.
      Los síntomas deben presentarse durante los 3 meses siguientes al inicio del estresante.

Trastornos de la personalidad

    Se caracterizan por ser un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicios para el sujeto.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *